Papelón el que tiene que afrontar el Valladolid en el Nuevo San Mamés. Con una semana larguísima desde la bochornosa derrota el pasado viernes en Granada (4-0) y con la constatación de que la primera vuelta ha sido decepcionante, con 16 puntos y en puestos de descenso, los jugadores y el cuerpo técnico se han conjurado esta semana para sacar al equipo de la zona peligrosa. Para ello deberá mostrar mucha mejor actitud que en las últimas salidas, más trabajo y más acierto. Que el Valladolid esté en descenso es una cosa lógica, al tener el menor presupuesto de la categoría, pero lo que no entra en la cabeza de nadie es que no se compita como el que más, que los jugadores no entren concentrados en los partidos, que no haya buena actitud. En las últimas tres salidas, los de Juan Ignacio iban perdiendo por 2-0 antes del minutos 30. Y es San Mamés un campo donde se sabe que el rival va a presionar desde el túnel de vestuarios. Ojo al arranque. Es momento de los hombres, de poner todo el coraje, la fuerza y la ilusión para dar un puñetazo encima de la mesa, para ser el primer equipo que se lleve la victoria del nuevo San Mamés. Igual que el Athletic inauguró el nuevo José Zorrilla, el Valladolid puede ser el primero que gane en el nuevo campo de los rojiblancos. Sería un subidón de moral, de autoestima, para los jugadores y para la parroquia pucelana, que ve como el equipo se ha ido deshaciendo jornada tras jornada. Ahora, después de la terapia de grupo, es el momento. Es el momento de que Javi Guerra inscriba su nombre en este estadio y siga siendo el máximo goleador nacional, con 11 goles hasta el momento. El momento de que Óscar, presente en dos de las tres victorias de los pucelanos en Bilbao, haga bueno aquello de no hay dos sin tres. El momento, en definitiva, de que el Valladolid gane su cuarto partido de la temporada y tome un poquito de aire. Nadie dijo que sería fácil, pero nada es imposible.
ARTICULO DE NACHO BAILADOR (PERIODISTA. DIARIO AS EN VALLADOLID)
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