Me cuenta un buen amigo desde Bilbao que están proponiendo que en el próximo partido del Athletic ante el Espanyol se coree el nombre de CARLOS GURPEGUI en el minuto 18. Me parece una idea brillante... y sobre todo justísima.
Está claro que si en esta campaña orquestada que han creado algunos indeseables en contra de nuestro futbolista no nos defendemos nosotros mismos... no va a venir nadie de la capital a ampararnos.
GURPE ya está acostumbrado a recibir una vejación tras otra cada vez que el Athletic acude al Bernabéu o al Calderón. Allí le dicen absolutamente de todo... menos bonito. "Gurpegui yonqui de mierda, drogata...". Es decir, recibe "caricias" de auténticos hijos de puta. Así de claro y directo porque no podemos permitir que esta violencia descomunal hacia un profesional íntegro, honrado y buena persona siga hasta que suceda una desgracia.
Sin embargo, algunos con la basura que escriben y con la basura que sueltan por un micrófono desde la capital del Reino se han propuesto que este tema incremente su preocupación para el propio GURPEGUI, su familia... y para aquellos que estaremos con él siempre porque se lo merece.
A raíz de la justa expulsión del payaso en San Mamés quieren que dejar a Gurpe como el malo de la película y besar los pies... y hasta el culo (con perdón, pero es que la babosería me hierve la sangre) al llorón del portugués. Y claro pasan olímpicamente del mal que están originando al jugador rojiblanco. Lo están vejando y están creando un ambiente hostil... lleno de violencia, de cara al Real Madrid-Athletic que se disputará la próxima temporada en Chamartín.
Mientras tanto, un jugador y un hombre de bien llamado DON CARLOS GURPEGUI responde en el terreno de juego haciendo auténticos partidazos (el propio Real Madrid y el Celta podrían dar fe de ello) y hablando con claridad y honestidad en sala de prensa. Ejemplar sus manifestaciones. Que algunos hijos de puta que lo vejan e insultan desde Madrid tomen nota. Palabras del SEÑOR GURPEGUI en Balaídos: "Para mí, lo fácil hubiera sido estar en el suelo tirado, pero que soy noble, los que me conocen lo saben y los de fuera no me importan. Me siento muy arropado por la plantilla, me siento muy bien tratado en Bizkaia y por la familia, era consciente de lo que iba a pasar esta semana. Los que más sufren son mi familia, ya no soy el chico que con 22 años dio positivo. Tengo una familia, tengo una hija y me preocupa que esas cosas que se dicen de mí lleguen a ellos. Cristiano pide mano, le digo que no es, le toco un poco el pecho, me pega con la mano en la cara y me araña, mi reacción es irme al suelo y enseguida me levanto. Creo que pega, mi reacción no tenía ninguna intención de que el árbitro le expulsara, no hubo provocaciones previas. No tengo ninguna duda, creo que me va a tocar hasta el final de mi carrera. Hay cosas que entre todos no podemos permitir. Todo tiene un límite y se ha sobrepasado. El arbitro hizo un partido modélico".
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