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viernes, 6 de abril de 2018

EGUILEOR: "EL VILLARREAL ES UN EQUIPO ENTRAÑABLE"



Cuando  buscamos relación entre ATHLETIC y VILLARREAL (rivales este próximo lunes en el Madrigal) la historia arroja un dato concluyente: sólo un futbolista, Andoni Lakabeg, ha jugado en ambos equipos. Es cierto, pero... hay otro futbolista que "ha vestido la camiseta" de los dos clubes. Se trata de IÑAKI EGUILEOR. Perteneció a aquel BILBAO ATHLETIC que maravilló entre los años 82 y 84. Numéricamente hablando, casi "asciende" de Segunda B a Primera en sólo dos temporadas. Y también militó en un VILLARREAL diametralmente opuesto al actual. Transitaba por la Segunda B, pero nuestro protagonista fue indiscutible en esa campaña 88-89. Residente en Zamora, en la actualidad se dedica a la empresa familiar de panadería y bollería.



Al César lo que es del César. No sólo Lakabeg ha vestido las camisetas de Athletic y Villarreal. Hay otro jugador que se llama Iñaki Egileor que tiene ese privilegio.
Mi primera etapa transcurrió en La Escuela de Lezama desde bien pequeño pasando por los infantiles y juveniles tanto regional como dos temporadas en División de Honor. En la primera tuvimos el gran mérito de jugar la Final de Copa en el Calderón contra el Real Madrid, con aquel famoso gol de Míchel que entró por el lateral de la red y que nos impidió poder traer la Copa para casa. El segundo año quedamos eliminados, también, por el Real Madrid en semifinales a doble partido. Posteriormente, estuve dos temporadas en el Bilbao Athletic. Años más tarde, siempre en Segunda B tras pasar una temporada en el Zamora C.F (cumpliendo el servicio militar), dos campañas en la U.D.Salamanca, y una en el Ceuta, recalé una temporada en el Villarreal.


Y eres de La Quinta (1963) de un histórico de San Mamés, Patxi Salinas.

De todos es conocida la trayectoria futbolística de Patxi, pero como compañero es de esos personajes que deja huella en los vestuarios por donde pasa, no solo por su valor como ejemplo de deportista si no más allá, en el plano carismático por su marcada personalidad dentro y fuera del campo.


Vayamos al año 82. Eres parte activa de aquel Bilbao Athletic que asciende a Segunda A y casi queda Campeón de la categoría de plata.
En aquel Bilbao Athletic había muchos mimbres, aunque quedábamos bastante eclipsados lógicamente por un primer equipo que consiguió sus dos últimas Ligas y claro eso pesaba mucho. Ahora bien, lo que se consiguió, según está el tema de extranjeros y demás en nuestro fútbol hoy en día, es prácticamente inalcanzable por nuestros jóvenes cachorros. El primer año estuvimos en Segunda B y el segundo en Segunda A, quedando subcampeones de la categoría. Durante estos años quedaron grabados en mi recuerdo nombres de educadores-entrenadores como Jesús Garay, Zugazaga, Izaola, Gonzalo Beitia, Niko Estefano, Jose Angel Iribar, Iñaki Saez, Manolo Delgado... Y también recuerdo a compañeros como Patxi y Julio Salinas, Txirri, Lamborena, Edorta Murua, Genar Andrinua, Felix Sarriugarte, Jon Aspiazu, Esteban Astillero, Javi Gonzalez Etxebarria, Oskar Vivanco... y un sinfín más de compañeros que seguro me dejo en el tintero y que forman parte en mayor o menor medida de la historia de este club.


¿Cómo resultó aquella experiencia de jugar ante 30.000 personas en La Catedral sin olvidar los 70.000 que se dieron cita en el Bernabéu en un Castilla-Bilbao Athletic?
Todavía me acuerdo de esos dos partidos como si fuese hoy. En Bilbao, yo no estaba en la convocatoria y me encontraba ese mismo domingo al mediodía comiendo con mi familia en casa, cuando suena el teléfono y me dice mi ama "Iñaki pónte"… Era Jose Angel Iribar diciéndome que tenía que ir urgentemente a San Mames ante la imposibilidad de que Felix Sarriugarte  pudiera estar disponible y necesitaban entonces de mis servicios. Cogí un  taxi casi sin terminar de comer y allí me presenté con la fortuna de que pude disfrutar de unos cuantos minutos en el segundo tiempo consiguiendo empatar a dos tantos el partido. 
En el Bernabéu, comencé en el banquillo. El estadio estaba a reventar, de hecho creo que ese día se batió el record de asistencia a un partido de Segunda División. Las cosas se pusieron en contra con la expulsión en el primer tiempo de Bolaños y un gol de Butragueño antes del descanso. En ese momento, el Txopo se me acercó y me dijo "Iñaki calienta". Creo que fue una de mis mejores actuaciones con el equipo y a pesar de estar en inferioridad durante toda la segunda parte ante aquel equipo lleno de futuras estrellas como Otxotorena, Francis, Michel, Pardeza, Butragueño, Martín Vázquez... y algún otro más que se me olvida, casi conseguimos dar la sorpresa e igualar el partido con un segundo tiempo excelente por nuestra parte.


Y de entrenador nada más y nada menos que Don Jose Angel Iríbar y Don Iñaki Sáez.
Qué puedo decir de estos dos mitos de la historia del Athletic. Eran y siguen siendo mis padres adoptivos. Les guardo un gran cariño junto a Manolo Delgado Meco. Fueron las personas a las que les debo gran parte de lo que soy hoy en día, no ya en el plano futbolístico, sino en el plano humano. Tuve la suerte de compartir unos minutos hace ya un par de años en Oporto con Jose Angel Iribar con motivo de aquella eliminatoria de Champions en el hotel de concentración del Athletic, y pude comprobar que a pesar de los años sigue manteniendo un aspecto inmejorable. En cuanto a Iñaki Saez y Manolo Delgado hace muchos años que no los veo, espero sigan tan saludables como siempre.


¿Era casi imposible acceder al primer equipo?
Era muy difícil, no sólo por el nivelazo que había en la primera plantilla, sino porque éramos dos plantillas completamente distintas en cuanto a forma de entender el fútbol en aquella época. Ellos eran muy fuertes físicamente y nosotros éramos muy fuertes técnicamente por aquel entonces incompatible con el juego del primer equipo. Como anécdota de este tiempo puedo contar que Javier Clemente organizó un partido de entrenamiento en San Mamés a puerta abierta entre el primer equipo y el Bilbao Athletic con una gran afluencia de aficionados. Fue tal el baño que les dimos que no se volvió a repetir este tipo de partidillos. De todas maneras, gente como Patxi, Julio Salinas, incluso Juanjo Elguezabal, llegaron a jugar o a ir convocados en alguna ocasión con el primer equipo.


Si no me equivoco, el filial rojiblanco se sube en La Gabarra en el recibimiento de 1984.
Sí, hubo gente que subió a La Gabarra con el primer equipo, pero ese episodio me lo perdí. No me sentía preparado para tal evento entonces, era demasiado joven creo... si me pilla en estos momentos ya lo creo que subiría…


Y tras pasar por Salamanca y Ceuta fichas por el Villarreal en 1988.
Estando en Ceuta, contactó conmigo Vicente Chover, un intermediario valenciano que por aquel entonces comenzaba a moverse en el mundo del fútbol. Coincidimos varias ocasiones en hoteles a los que íbamos concentrados con el Ceuta cuando jugábamos por la zona del mediterráneo, y fue entonces cuando me comentó su interés de llevarme al Villarreal.


¿Cómo era aquel equipo castellonense? ¿Estaba a años luz de lo que se ha convertido en los últimos quince años?
No tiene nada que ver con la dimensión que tiene en la actualidad, pero era un equipo entrañable, te sentías a gusto jugando allí, la gente que rodeaba al club era muy humana y te hacían sentir cómodo. Fue una temporada en la que el    Villarreal comenzaba a crecer tanto futbolísticamente como entidad deportiva. Recuerdo cómo se amplió durante ese año la tribuna principal del estadio viniendo a inaugurarla el Atlético de Madrid del famoso Jesús Gil. En el plano deportivo, fue un año muy positivo. Estuvimos peleando prácticamente toda la temporada en los primeros puestos de la clasificación, aunque al final creo que fue el Levante quien ascendió de categoría. De esta etapa recuerdo a jugadores como Higinio, Gonzalez, Monfi, Carrillo, Chesa, Adriano, Cazauran, Urretxo... y como no el míster Benito Floro, gran entrenador y mejor persona, del que guardo muy buen recuerdo y con el que hoy en día sigo manteniendo una gran amistad. 


Qué hubieses pensado en aquella época si por ejemplo Rappel te llega a decir que el Villarreal sería subcampeón de la Liga de las Estrellas y semifinalista de la Liga de Campeones.
Bueno, seguramente y conociendo por encima a Rappel y sus túnicas, claro que hubiésemos alucinado, casi se puede hablar de un milagro deportivo, pero cuando hay buenos cimientos...




Ese submarino amarillo en el que militas contaba con el presupuesto más alto de su historia hasta ese momento y lo dicho, te entrena Benito Floro.
La temporada fue muy bonita en lo personal y en lo deportivo también. Allí hice buenos amigos que aun hoy en día aunque muy de vez en cuando, sigo hablando vía telefónica. Con respecto a la figura de Benito Floro puedo decir que aunque era un entrenador conocido por esa zona, fue precisamente allí donde comenzó a fraguarse ese futuro tan brillante. Como míster era diferente. Hablaba a los jugadores con mucho respeto, era tremendamente metódico en todo lo que hacía. Siempre nos comentaba que los partidos se ganaban por pequeños detalles, era y sigue siendo un enfermo en cuanto a la estrategia a balón parado, (faltas, córner, saques de banda, saques de puerta...) todo lo ensayaba una y otra vez. El tema dietético tenía una gran importancia para él, asesorándonos sobre dietas y alimentos recomendables. En definitiva, un estudioso en toda regla.


Eres un jugador muy regular en Segunda B. ¿Nunca brotó el momento de regresar a Segunda A?
En este apartado si que tengo una anécdota muy buena. Transcurría mi segunda temporada en la U.D Salamanca y un día cuando bajo a desayunar al bar enfrente de donde vivía, leyendo La Gaceta de Salamanca cual es mi sorpresa cuando leo un titular "Iñaki Eguileor posible sustituto de Francisco en el Sevilla". ¡Joder, me frotaba los ojos una y otra vez, alucinaba con aquella noticia! Decía la columna que si Francisco, brillante jugador del Sevilla, Español y selección, finalmente cuajaba su fichaje por el F.C. Barcelona, yo podía ser su sustituto en el Sevilla C.F... pero todo quedó en un sueño. También en ese mismo año supe que el Valencia tuvo contactos con el club interesándose en mí, al igual que me llegaron rumores de que Cantatore, entrenador chileno del Valladolid, llevaba siguiéndome varios partidos y cuando el Salamanca supo de su interés, me apartaron del equipo viendo los últimos partidos desde la grada ya que no tenía intención de renovar con el equipo charro.
 

Y en Lleida te dirige un ex rojiblanco, Jose Manuel Esnal Mané.
En Lleida, tuve otra gran experiencia porque conseguimos devolver al equipo otra vez a la categoría de plata tras descender la temporada anterior. A pesar de llegar mucha cara nueva ese año al club, Mané se hizo rápido con el control del equipo y supo llevarnos con gran acierto y tacto otra vez hacia el deseado ascenso. Mané era brillante preparando los partidos. Salíamos a los terrenos de juego con las ideas y los conceptos clarísimos. Prácticamente estuvimos durante toda la campaña liderando la clasificación. Lástima que yo solo firmé por una temporada y aunque jugué bastante, él necesitaba liberar plantilla para poder fichar gente con más experiencia en Segunda A .


Vayamos al partido de este lunes. ¿Cómo lo ves?
Lo veo  complicado porque como todos sabemos enfrente vamos a tener a uno de los equipos del panorama futbolístico que mejor sabe tratar las posesiones y el control de la pelota. Tiene muy buenos jugadores técnica y tácticamente y llevan jugando con la misma idea muchos años. Va a ver que estar muy atentos y cometer poquitos errores si queremos aprovechar nuestras oportunidades.


El Athletic está dibujando una temporada muy triste. ¿El respetable tiene motivos para estar cabreado o todo se ha extralimitado?
Vaya por delante eso de que el aficionado siempre tiene razón, aunque todos sabemos que tenemos una afición que ha demostrado durante muchos años su fidelidad y apego por los colores rojiblancos. Dicho esto, veo el cabreo un poco desde la distancia, no por la aptitud en diversos partidos, o por la falta de juego en otros momentos, sino más bien es la irregularidad que muestran en muchos momentos a lo largo de la temporada. A veces me pregunto cómo siendo jugadores ya muchos de ellos con un maletón de experiencia sus espaldas o conociéndose durante tantos años entre muchos de ellos, no guardan una línea de regularidad más frecuente en el tiempo. Esa irregularidad es el mayor motivo de crispación para nuestra afición.


Y el Villarreal lidera los puestos de Europa League, aunque ojito. Los rivales pegan fuerte.
Este año hay mucha y buena competencia por meter la cabeza en Europa; por lo tanto, todos van a tener que sacar su mejor versión hasta el final.


P.D: En la foto superior del BILBAO ATHLETIC en San Mamés, vemos a EGUILEOR agachado el primero por la izquierda. Y en la imagen inferior, vemos una formación de la plantilla del VILLARREAL (campaña 88-89) con EGUILEOR en el centro el segundo por la derecha.




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